En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

28 julio 2009

21 julio 2009

El Club de los poetas muertos II

Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo pasa,
la misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta.

15 julio 2009

Querida Pilar

Mi querida Pilar, si, si que me gustas- respondí. Pero en este jodido mundo todo lo tenemos que hacer tan complicado que, si me gustas, no puedo decírtelo. Si quiero estar contigo, no puedes saberlo y si estoy enamorado de ti, por ningún extraño motivo puede llegar a tus oídos. Y, me contarás, mi querida Pilar, cómo leches puede funcionar así el mundo, cómo podemos crecer, multiplicarnos y procrear si no puedo ni tan siquiera llamarte por teléfono sin que salgas espantada de mi acoso. La independencia está sobrevalorada. Nos enseñan desde infantes a ocultar nuestros sentimientos, a mostrarnos fuertes y seguros, a no depender de nadie y a no confesar jamás, pero jamás de los jamases, que podemos invertir una mínima fracción de nuestro tiempo en pensar en alguien.
Ayer abrí una galleta de la fortuna, me decía que debía arriesgar un poco. Por mi mente paso el puenting, el parapente, la hipoteca y hasta el paracaídas, pero ni por un segundo consideré (o debí considerar) que arriesgar un poco era ni muchísimo menos sincerar mis sentimientos para contigo. Efectivamente, eso no se considera arriesgar un poco sino casi un suicidio social. Así que, mi querida Pilar, como aun creo que me falten cosas por desaprender, desaprovechar y no disfrutar, haré como que esta conversación nunca ha tenido lugar. No te des por enterada de mis sentimientos que no intenciones, aunque quizás tu sientas lo mismo, aunque quizás a ti también te gustaría decir las mismas cosas que ahora digo yo… pero no. Así es la vida, no puedo decirte lo que siento para que no me digas lo que sientes tú y/o no salgas espantada de una conversación que nos haría enterrarnos en un torbellino de dependencia emocional y física que está muy pero que muy mal vista… Así que lo siento querida Pilar, estoy enamorado o podría llegar a estarlo, podríamos tener hijos, formar una familia, construir un futuro, incluso podríamos ser felices pero no, lo siento, no se permite. Puede que nunca consiga ser feliz, puede que jamás tenga pareja, puede que nunca forme una familia pero, algo es seguro y es que siempre, siempre, mantendré mi independencia.

13 julio 2009

En un puto bucle

Uno piensa que en la vida sólo puede ocurrir un número determinado de cosas malas o menos buenas. Con el tiempo se da cuenta de que no sólo eso no es cierto sino de que, además, las cosas buenas pasan en un suspiro y las cosas malas no dejan de suceder. Entonces, es cuando vuelve a preguntarse qué hacer para que todas las calamidades desaparezcan de la vida, para tener que dejar de pelear a diario por un momento feliz.
Siempre me he preguntado que sentido tiene trabajar durante siglos por un instante de felicidad. Al fin y al cabo, a veces incluso ni siquiera merece la pena la recompensa. Me gustaría saber porqué el mundo resulta tan difícil para algunos y tan sencillo para otros… averiguar, con qué don se otorgó a aquellos que ven de cada calamidad sólo un encuentro con el tiempo y una oportunidad para el recuerdo.
Durante todos estos años, he luchado contra tiempo y circunstancias para intentar que mi vida fuera algo bueno. He creído hacer lo que debía, he creído dedicar mi tiempo a las opciones pero no termino de encontrar mi sitio. Día a día, el amanecer me regala una nueva oportunidad que… algo, no se que… se encarga de fastidiar. Puede que sea sólo mi actitud, puede que la suerte, el destino o las circunstancias… El caso es que, de momento, todo gira sobre si mismo, creando una inercia de descontrol que no soy capaz de asumir, que no soy capaz de vencer sino tan sólo empujarla acelerando la cinética del abismo. Y en eso continúo, amaneciendo cada día con la esperanza de que algo mejore y terminando con la sensación de que las cosas no cambian, sino que sólo cambian de sitio o mutan, convirtiéndose en algo que, sinceramente, cada vez me gusta menos.

09 julio 2009

Frente al espejo


          Me he sorprendido contemplándome en el espejo del baño, tras la ducha. Si mi reflejo hubieras sido tú, los pezones erizados por el agua fría hubieran apuntado directamente a tu boca. La toalla ha caído al suelo y el pelo revuelto ha resbalado sobre mis hombros. Los últimos mechones ha llegado hasta el pezón, queriendo ocultar la desvergüenza de mostrárselos impunes a tus labios. Pero el roce sólo ha conseguido erizarlos aún más imaginando tus manos acariciándolos. He cerrado los ojos y he otorgado a tu pulgar la dirección de los movimientos de mi cuerpo. Una gota de agua resbaló entre mis pechos, primero rápido, después lento y se perdió en mi ombligo, donde empezó todo… Pude notar mi sexo palpitando y, sin tener más que tu pulgar jugando con mis pechos, ha empezado a dispararse mi líbido. Frente a mi, tu reflejo perdido en el espejo acariciaba un pezón con la mano derecha y con la izquierda buscabas mi cuello, enterrando el lóbulo de la oreja entre tus dedos. Has posado el pulgar en mis labios, entreabiertos, mientras yo sacaba mi lengua para rozarlo. Tu sexo crecía en tu entrepierna. Mi mano derecha buscaba tu miembro, pero el espejo sólo me devolvía la imagen de mi pubis abultado. Mis manos bajaron, buscando tu erección y resbalando entre mis piernas. Completamente mojada por el deseo, he ansiado que mis manos fueran tu pene o tus dedos suaves, acariciándome. Y he deseado sentir tu boca zambulléndose entre mis pechos y lamiéndolos, succionándolos como a una gota de ron miel en el borde del vaso. Entonces me he perdido y he imaginado tu boca rodando por mi estómago hasta alcanzar mi pubis, mientras yo me estremecía. Has cogido todo mi espléndido trasero con tus manos mientras acercabas mi sexo a tu boca para lamerlo, fundiendo tu saliva con mi humedad hasta que tus dedos se han unido a la fiesta con maestría. Con los ojos cerrados he visto centellear las luces de mi cuarto de baño. Mientras tus manos ascendían hasta mi cintura, estrujándola, he perdido la pista de tu boca. El reflejo del espejo se ha puesto a mi espalda, he sentido tu erección buscándome, deslizándose dentro de mí suave, mojado y lento, como tus besos. He saboreado tu calor en mi espalda, tus manos sujetando mis pechos, en una unión perfecta cóncavo-convexa. Allí, frente al espejo, me has penetrado. Aún con los ojos cerrados sentía tu aliento, tu jadeo, al compás del mío, hasta que te has derramado sobre mí y he sentido tu humedad en mi interior. Me has apretado contra ti, como si no quisieras que se perdiera una sola gota, mientras seguías mojando mi cuello con tu boca.
No se cuánto tiempo ha pasado, un segundo, un minuto, diez… al abrir los ojos aún centelleaban las luces de mi cuarto de baño. El espejo sólo me ha devuelto el reflejo de mi pelo alborotado y mis labios entreabiertos. Detrás de mi, los azulejos azules de la pared...

08 julio 2009

Siempre, Michael

SMILE

Smile, though your heart is aching
Smile, even though it's breaking
When there are clouds in the sky
You'll get by...

If you smile
With your fear and sorrow
Smile and maybe tomorrow
You'll find that life is still worth while
If you just...

Light up your face with gladness
Hide every trace of sadness
Although a tear may be ever so near
That's the time you must keep on trying
Smile, what's the use of crying
You'll find that life is still worth while
If you just... smile

SONRÍE

Sonríe, aunque tu corazón esté dolido,
Sonrie, incluso aunque esté roto
Mientras haya nubes en el cielo,
lo conseguirás porque...

Si sonries
con tu miedo y tu dolor
Sonrie y tal vez mañana
te darás cuenta que la vida aún vale la pena
si simplemente...

Iluminas tu cara con alegria
Ocultas todo rastro de tristeza
aunque una lagrima pueda estar cerca
Ese es el momento en el que debes seguir intentándolo.
Sonrie, ¿que sentido tiene llorar?
Encontrarás que la vida que vale la pena
si simplemente... sonríes

07 julio 2009

Naúfrago

Y me di cuenta de que no podía elegir entre vivir o morir, de que no tenía poder sobre nada. Supe, de alguna forma, que debía seguir vivo, que tenía que seguir respirando, aun sabiendo que no había ninguna esperanza y eso fue lo que hice, seguí respirando y ahora estoy aquí y se lo que tengo que hacer, debo seguir respirando, porque mañana volverá a salir el sol y quién sabe lo que traerá de nuevo la marea…

05 julio 2009

El Club de los poetas muertos

Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia,
quería extraer todo el meollo a la vida,
dejar de lado todo lo que no fuera la vida
para no descubrir, en el momento de la muerte,
que no había vivido.

04 julio 2009

Con el tiempo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender… que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno empieza a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo, uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende… y con cada día uno aprende.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo…

02 julio 2009

Para el resto de los jinetes

Con cada persona buena, mi mundo consigue un día de vida más... pero hay personas que le dan a mi mundo la eternidad. A esas personas, el universo las dota de un alma especial. Una personalidad única que los hace brillar por si mismos. Cuando alguien así entra en tu vida, no quieres que se vaya nunca. En mi galopar he tenido el privilegio de toparme con alguna de esas personas junto a las que he seguido cabalgando. Esto no es más que un humilde agradecimiento a esos jinetes que me acompañan en el camino. No pretende ser homenaje, ni muchísimo menos, no encontraría jamás la manera de hacerlo. Esto es sólo para decirles cuán afortunado me siento de que aparecieran porque su luz ha conseguido, en muchas ocasiones, mantener viva la mía y porque su aliento ha conseguido, en muchas otras, hacer desaparecer mi desasosiego. Esas personas, normalmente, pasean por la sombra del tiempo, no sueles ver su luz cuando caminan por la calle. Sin embargo, cuando te acercas, querrías prolongar indefinidamente ese momento, porque consiguen hacerte sentir tan bien, que deseas secuestrar los sentimientos y guardarlos siempre en tu interior. Ellos no lo saben, o si, en cualquier caso, yo procuro hacerles saber siempre lo importantes que fueron, son y serán para mi. Gracias, a todos los jinetes con los que cabalgué alguna vez, porque ellos me mostraron otro camino y, gracias, sobre todo, a aquellos con los que sigo cabalgando porque siguen creyendo en mi (a pesar de todo). Ellos me hacen creer que hay un mundo mejor, y consiguen que un día de tormenta se transforme en una nueva oportunidad. Gracias, a ti.

01 julio 2009

Arrugas del alma


Se sorprendió mirándose al espejo, observando atentamente cada poro de su rostro, cada pliegue de piel. Era consciente de cómo las arrugas habían empezado a notarse. La primera vez que cayó en la cuenta fue un lunes tras un intenso y festivo fin de semana. Se vio los ojos apagados y al acercarse al espejo, pudo ver una incipiente arruguita en el extremo inferior del ojo derecho. Ahora, aquel pliegue de la piel no era sino uno de muchos, un reflejo de los años y los dolores, de las noches en vela y los madrugones, de los llantos y también de las risas. Intentó contar todos esos pliegues, ahora que destacaban cual mechas en la piel teñida por el sol. Se acercó al espejo, observando la frente. Aún esta tersa- pensó. Apenas perceptibles poros se afincaban en ella. Bajó hasta los ojos y se detuvo en ellos. Ya no recordaba la última vez que le habían brillado, o quizás si. Quizás fue sólo ayer, quizás sólo un destello inmediatamente apagado. Apenas recordaba su rostro a los veinte, al verse en las fotos, no era capaz de reconocer esos ojos llenos de esperanza e ilusión. Ahora, dos décadas después, su mirada estaba cansada de todo, no había ni rastro de la ilusión de antaño, de aquella mirada esperanzada que tenía intención de conquistar el mundo, ya el mundo se había encargado de derrotarla.
Sonrió al espejo, pero no consiguió iluminar apenitas unos centímetros cuadrados de rostro, nada parecido a cuando enamoraba el entorno con aquella sonrisa. Allí se quedó un rato más, intentando recordar que fue lo que la hizo perder tanta vida, tanta ilusión en tan poco tiempo. Decidió que no dejaría que nadie más, nunca, le arrebatara lo que nació con ella. Apagó la luz y se fue a la cama, esperando ver en la oscuridad la respuesta a todas sus inquietudes y deseando, una noche más, que el amanecer borrara al menos un par de arrugas, las más profundas, aquellas que recortaron la mirada inquieta de los veinte, aquellas que sembraron el cinismo en un alma que nació para llenarse sólo de esperanza.