En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

08 septiembre 2008

Empezando la primavera

Aún no ha salido el sol . Probablemente hoy no salga. Una espesa capa de nubes se ha empeñado en ensombrecerme el día. Pero hoy quizás no lo consiga, quizás consiga avanzar hasta el atardecer sin necesitar ver el sol, más que el que aparece en mi vida.
Huele a tostadas y café. Esta empezando Septiembre, aun no se nota que refresca pero si que los días son mas cortos. Dentro de muy poco, cuando amanezca, olerá a tostadas, café y rocío y, al sacar el pie de entre las sabanas, un fresco pinchazo lo devolverá dentro porque resulta que ha llegado el otoño. Pero mientras tanto, y hasta que el equinoccio diga lo contrario, sigue siendo verano y, en mi corazón, primavera.

06 septiembre 2008

Yo

- ¿Qué le pasa?
- ¿A quién?
- A mi corazón.
- No lo se. ¿Qué le pasa?
- ¿Por qué al sentir se estremece? ¿Por qué tiembla, como si se helara, lo que de fuego abrasa?
- Es el amor, niña. El amor es lo que pasa.

05 septiembre 2008

La glorieta de Bécquer

Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada.


Oigo flotando en olas de armonías,
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran… —¿Qué sucede?
¿Dime?
—¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!


Al final la curiosidad consiguió vencerme y busqué el significado de la escultura de la glorieta. Un monumento al romanticismo en la figura de Bécquer y a sus tres amores representados en esta rima que son, efectivamente, el pasado, presente y futuro del amor: el “amor ilusionado”, el “amor poseído” y el “amor perdido”. (Aunque no creo que sea esta la rima que mejor lo represente).

El ángel yacente, "el amor herido" y, el cupido con flechas, "el amor que hiere".

Siempre que vuelvo al parque visito la glorieta, busco las flores que han plantado a su alrededor y nunca esta tan preciosa como cuando plantan pensamientos. Entonces, y según mi estado de ánimo, me rondan por la cabeza una de estas dos sevillanas: Si mi corazón languidece "pensamientos míos, vete a buscarla...". Si mi corazón esta fuerte "en el parque Maria Luisa yo te di mi corazón, y en la glorieta de Bécquer me declaraste tu amor"...

Hay algo que siempre encuentro... y son flores en los brazos de alguna de las figuras o del ángel herido...

¿Por qué siempre hay alguien sufriendo por amor...?

04 septiembre 2008

Siempre que quiera estaré contigo


Un día soñando en un sueño soñé, que estaba soñando contigo,
soñar con hacerte el amor y soñé que no estaba dormío,
sueño que sueño, piel con piel, calor con calor… cuerpo con cuerpo
y aquel color de tu pelo y tu piel a la vez, aún despierto y recuerdo.

Ojalá no te hubiera conocido nunca
Para no amarte siempre,
para no verte sin verte,
para borrar tu recuerdo
del que siempre me acuerdo y nunca me deja en paz...

Aquel día en aquel sueño soñando soñé, que estaba soñando contigo,
bajo un cielo de estrellas mil, hay que ver, precioso, precioso.
Y en aquel mar que no nos pudimos bañar, por ser tan caprichosos.

Si algún día yo vuelvo a soñar intentaré, seguir con lo mismo
y diez minutos antes de dormir yo estaré…
siempre que quiera contigo,
siempre que tú quieras...

...ya no quiero mal de amores!!!

03 septiembre 2008

Pablo Neruda. Los versos más tristes

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo.
Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro.
Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

02 septiembre 2008

Gustavo Adolfo Bécquer

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?

¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... ¡y también lloro!


En Sevilla, en el Parque de Maria Luisa, hay una glorieta que lleva el nombre de este escritor. En medio de esa glorieta hay un enorme ciprés rodeado por una espectacular escultura de este grandioso poeta sevillano. Un día, una de las primeras veces que paseaba junto a esa glorieta, oí a un cochero explicar a los turistas: "Esta es la glorieta dedicada a Gustavo Adolfo Bécquer, poeta sevillano, hombre que durante toda su vida escribió al amor y, en esta escultura, se le representa con sus tres grandes amores: pasado, presente y futuro". Esa escultura lleva también un ángel o cupido yacente con una flecha atravesando el corazón. Nunca he sabido cual era el significado exacto de esa escultura y tampoco he querido averiguarlo. Cada vez que voy, le cuento a alguien o a mi mismo, el significado que escuche de labios del cochero así como algún parrafo más que invento de mi propia cosecha.

De Bécquer sólo conozco sus Rimas y Leyendas y me basta por el momento. Se que murió joven y que siempre escribió al amor. Así que hago conjeturas sobre lo que fue su vida y su muerte y sobre el significado de ese cupido muerto que no consigue llegar al corazón y me monto mis historias sobre la vida y los amores y al Sr. B le rodeo de un halo de melancolía romántica del siglo XIX. Eso me permite seguir pensando que alguien que parece ser que fracasó en el amor, nunca dejó de creer en él y, a pesar de la melancolía... sigue aportándome esperanza...