En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

05 septiembre 2008

La glorieta de Bécquer

Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada.


Oigo flotando en olas de armonías,
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran… —¿Qué sucede?
¿Dime?
—¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!


Al final la curiosidad consiguió vencerme y busqué el significado de la escultura de la glorieta. Un monumento al romanticismo en la figura de Bécquer y a sus tres amores representados en esta rima que son, efectivamente, el pasado, presente y futuro del amor: el “amor ilusionado”, el “amor poseído” y el “amor perdido”. (Aunque no creo que sea esta la rima que mejor lo represente).

El ángel yacente, "el amor herido" y, el cupido con flechas, "el amor que hiere".

Siempre que vuelvo al parque visito la glorieta, busco las flores que han plantado a su alrededor y nunca esta tan preciosa como cuando plantan pensamientos. Entonces, y según mi estado de ánimo, me rondan por la cabeza una de estas dos sevillanas: Si mi corazón languidece "pensamientos míos, vete a buscarla...". Si mi corazón esta fuerte "en el parque Maria Luisa yo te di mi corazón, y en la glorieta de Bécquer me declaraste tu amor"...

Hay algo que siempre encuentro... y son flores en los brazos de alguna de las figuras o del ángel herido...

¿Por qué siempre hay alguien sufriendo por amor...?

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