En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

07 octubre 2010

Miedo

“Yo también tuve un amor”- me confesó mientras perdía su mirada en el vacío. “Cada mañana amanecía en mi pensamiento la sombra de su recuerdo, la sutil sonrisa de rostro, los ojos caídos de su desesperanza… Y seguía enamorado de ella”.
Me dijo que se iba y no se fue. No se fue nunca, no se si se irá. Algo presionó la boca de mi estómago inundándome de nervios. Las mariposas del estómago se transforman en revoloteos de gaviotas dentro de mí. Ni siquiera quiero pensarlo. Ni siquiera soporto la idea de que no ocurra. Necesito que se vaya, que se aleje. Debería irme yo, debería perderme en algún punto de este mundo, allá donde el no llegue. Me desconcierta la idea. No puedo imaginarlo. El me dijo que me amaba, que me amaría, que lucharía hasta el fin del amor y se fue antes o… ¡no! ¡horror! ¿Quizás fue su amor lo que se acabó? Me duele tanto que me siento enterrada en vida, trato de arrancarlo de mis entrañas pero no se va. Me voy a la cama con la idea de dejarlo atrás pero amanece y su imagen aparece en mi mente con el primer rayo de sol. No soporto la idea. No quiero ni decirlo en voz alta. No concibo entregar mi futuro a un recuerdo que no existe, que ya no es. Necesito que se vaya… Necesito irme yo… Necesito saber que voy a poder olvidarle…

No hay comentarios: