En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

23 junio 2009

Un día como hoy


Hoy no tengo ganas de escribir nada. No me apetece contar historias con esperanza o sin ella, con futuro o sin él. Hoy, estoy triste, como muchas otras veces, ya lo se. No estoy especialmente triste o si lo estoy. Supongo que, a estas alturas, la tristeza es como un lunar de nacimiento: sabes que está ahí de siempre pero en ocasiones te molesta llevarlo. Esta, podría ser la historia de un corazón, podría ser el comienzo de un buen final, de esos donde el/la protagonista se salva, donde nadie muere y nadie está triste, donde todo se soluciona y viven felices y comen perdices para siempre. Podría ser una de esas historias, ojalá lo fuera. Ojalá contara que ella vivió muchos años, que los vivió junto a él, que consiguió superar las cosas raras del mundo, que su historia sobrevivió... que ella sobrevivió...
Pero hoy no tengo ganas de escribir nada, no tengo ganas de contar que ahora en el mundo puede que haya alguien que se debata entre la vida y la muerte, ni me apetece preguntarme que pasa cuando la vida no surge ¿acaso nada cambia?. Ni siquiero quiero mencionar que una vez la amé o tal vez sólo la quise o quizás aún la quiero o puede que jamás haya sabido querer a nadie...

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