En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

30 junio 2012

Cartas. A la luz


¿Dónde estás amanecer? ¿Dónde se esconde tu sincronía? Anoche me observé navegando entre rayos de luna pero no me reconocía. Una sombra no es oscuridad, me dijiste y, sin embargo, en mis insomnes paseos por el desaliento, no veo más que azul oscuro, casi negro y desespero, como en tantas entradas en las que se ubicaban los sentimientos bajo la etiqueta de "desvaríos".
Sí, puede llegar a ser larga la noche. ¿No es cierto, amanecer? Incluso en estos meses de verano, en los que la luz vive una vida alegre, una larga fiesta con pocas horas de descanso y, sin embargo... a veces parece que no quisieras despertar, amanecer, pero ¿por qué?
Son extrañas horas las de la noche, oh, divino sol. ¿Son locura o lucidez? Lucidez para ordenar el universo, colocar cada estrella en su lugar, hacer dibujos de luces sobre el tapiz negro y soñar con viajar a una estrella lejana donde la luz sea siempre luz y no linternas destellantes y alejadas, que parecieran acaso estelas de lo que pudo ser y locura para no vencer la cordura de ver luz donde sólo hay reflejo. Extraño juego el de la noche.
Pero hoy he decidido que voy a velar tu sueño, amanecer, que no voy a dejar que te atormenten insomnes, ni te despierten ululares, ni cri cris, ni cantos ebrios. Hoy voy a quedarme para verte dormir, para ver qué placer encuentras cuando descansas tus cabellos sobre el lecho del horizonte. Hoy te prometo que no permitiré que me venza el sueño, que contaré los minutos de tus desvelos para hacer descuento al final y devolvértelos. Pero prométeme, amanecer, prométeme que cuando despiertes lucirás tu mejor sonrisa, deslumbraras los campos con tus desperezos y acunaras al mundo entre tus brazos de luz. Promete, por favor, que darás los buenos días con tu mejor vestido para que consiga olvidarme durante el día que también existen sombras y no sólo tú, oh luz.

No hay comentarios: