En busca de la excusa...

NEGÁNDOME A BLANDIR MI ESPADA, COMO SI, POR SER EL ÚLTIMO JINETE, TUVIERA EN MIS MANOS EL PODER PARA DESENCADENAR (O NO) EL APOCALIPSIS. EVIDENTEMENTE, EL FIN DE LA HISTORIA NO DEPENDE DE MI, PERO SIGO CABALGANDO POR EL MUNDO, NEGÁNDOME A ACEPTAR QUE NO EXISTE UNA PERSONA BUENA POR LA QUE MEREZCA LA PENA SALVAR DE LA QUEMA AL RESTO, COMO EN SODOMA Y GOMORRA...ASÍ QUE, CADA DÍA QUE APARECE ALGUIEN, MI MUNDO CONSIGUE UN DÍA DE VIDA MÁS.

30 abril 2011

Enamorado
















Te necesito
como la luz necesita a la luna llena
y como el Dios se cierne
sobre la mar serena;
de sol, de cantos, de voz sin tregua
con música en sombra
y con son de rimas...y de leyendas.

Subir a la cúspide,
allá donde el árbol
hasta el mismo sol se acerca;
tan cerca, tan lejos, tan absurdo
como un canto de sirenas
como mi voz en la distancia,
tras aquella luna llena.

Un sonido
que de silencios se acrecenta.
Una ilusión inmortal.
Una voz, mi voz y una idea.

Sonrisa que a lunas gana
que en vos se crece,
que al mismo Dios engaña
imperturbable, bailando al son
de una flor imperecedera,
tan sutil como molesta,
tan grandiosa como humillante
tan humilde
como bella
eterna...

Como un ser inalcanzable
y un sonido de azucenas.
Nomeolvides intocables
tras su oscuro rostro de mar serena.
Y en el fondo, la pasión
tan ardiente, como enferma,
tan viva como la luz
y tan necesaria, como aquella

28 abril 2011

27 abril 2011

No me importa que me llamen señora


          Se sentó en aquella coqueta cafetería, como siempre mirando al mar. La vista del intenso azul le parecía siempre más interesante que el ir y venir de clientes y camareros. Su café, señora. Hace unos días se había dado cuenta de que ya no le importaba que la llamaran señora.  Intenso azul, intenso mar, intensa y desahuciada soledad… Daba  vueltas al café mientras lo reflexionaba. Hace apenas un par de años arañaba cada vez que la llamaban señora, pero ahora era sólo un vago recuerdo que la hacía sonreír. ¿Quiere agua, señora? Si, por favor. Y sonreía para sus adentros. Sobre el templado mar, la silueta de la niña revoloteaba al vaivén de las olas, emergía para volver a sumergirse con la marea, empapando sus cabellos en mar, salando su menudo cuerpo envuelto en sol. Había hecho las paces con ella misma, en cada viaje se abrazaba un poco más, se quería un poco más, jugaba consigo, con su recuerdo y reían juntas y la niña comenzó a reír y comenzó a crecer, con cada nueva confesión, con cada profunda inhalación. Enterraron juntas los fantasmas del pasado, los vampiros del presente, los miedos del futuro y se unieron en profunda comprensión, simbiosis de amor para desvanecer las preguntas, para dejar de buscar respuestas, sólo por amarse y dejarse amar, sin dolor, nunca más… hasta que llegó el día de la despedida, cuando en el último abrazo se fundieron en una sabiendo que jamás, en ninguna de sus vidas, volverían a estar solas ninguna de las dos. Y entonces,  y sólo entonces, amó.

19 abril 2011

Toda la vida...buscando por un instante...


      Hay un momento, en la que todos los instantes se unen para ser la eternidad. En esa hora, cada segundo cuenta, porque aparecen deseosos los minutos de la duermevela y se anhelan los destinos y se desencuentran los tiempos. Meditar... toda la vida por un segundo de eternidad y ¿después? Después puede que amanezca de nuevo o que deje de resistirse el atardecer. El caso es caminar hacia adelante, esperando la espera sin desearla, amando el futuro sin esperarlo, soñando con un pasado repleto de enseñanzas, ensoñándose en cada ciclo de cada instante de cada momento de partir... siempre buscando, siempre cabalgando hacia el horizonte, sin jamás darle alcance y todo, por VIVIR

18 abril 2011

Amor

Y,
siendo tan dulce como es,
¿por qué al sentir se estremece?
¿Por qué tiembla
como si helara
lo que de fuego abrasa?

17 abril 2011

Cuentos


       A veces imaginaba que llegaba el día en que un hombre vestido de traje llamaba a su puerta y le traía flores. O que llamaba a voz en grito desde la calle para que se asomase al balcón y le echase sus trenzas, como Rapunzel en aquel cuento que tantas ilusiones le despertó de pequeña. "Oh! Cuánto daño hizo “Pretty woman”! Los principes no existen, Leti" - se decía- y volvía a recostarse sobre la almohada a soñar acaso con mundos submarinos de bellas sirenas, donde fuera imposible hablar, porque quizás así no tendría que oir, ni oirse. Acaso apenas un leve aleteo de sentimientos que se llevaría el agua salada, poca cosa, sufrible -pensaba- y volvía la cabeza en su almohadón. Entonces retornaban las llamadas de los cuentos y se sorprendía de nuevo soñando con algún principe azul, de esos de los de antes, con su caballo blanco y todo. En estas ensoñaciones estaba cuando su ángel negro le daba un tortazo y le ponía delante de su cara el resguardo de aquel billete de avión, el que él compró para que se fueran juntos y lejos en aquel vuelo que la llevó a aquel almohadón de sueños pero completamente sola.

12 abril 2011

Desaturándote


        Hace días, quizás semanas, que le doy vueltas a una idea. Al principio pensé que me había aburrido de los mismos paseos submarinos y pretendía distraerme con la idea de acariciarte. Después me di cuenta de que tus ojos tras la máscara me producían un escalofrío que recorría toda mi espina dorsal, desde donde acaba la botella, hasta donde la primera me toca el cogote. Aquella debilidad terminó por erosionarse y ahí estás, enquistada, dentro de mi cabeza, dentro de mi corazón, en cada tejido, como las burbujas de nitrógeno. ¿Será que puedo intentar sacarte haciendo deco? Podría hacer que una corriente de burbujas de nitrógeno arrastraran todas las imágenes que en mi mente tengo de ti, desaturar mis tejidos de tu presencia haciendo una larga descompresión, como si hubiera bajado a sesenta metros, allí donde solo hay silencio y todo es absolutamente azul. Me quedaría el tiempo suficiente para tener que hacer una parada a nueve, otra a seis…

       En el primer ascenso lograría fácilmente deshacerme de tacto de tu piel. Con el primer glup olvidaría el roce de tu brazo en mi cintura al saludarme; con el segundo, el roce de mi brazo en tu cuello al saludarte; con el tercero, el roce de tu mejilla en la mía al darme un beso; con el cuarto… empezaría a entrarme frío… Todo sigue azul y en silencio pero ahora tu piel ya no está enquistada en mi pensamiento.
    
       Al llegar a la primera parada, podría concentrar cada minuto en olvidar tu olor, diluyendo en el agua salada los aromas y deseos que me provoca tu cercanía, el sabor dulce de besar tu cuello, el aromaterapia de abrazarte…

       En la segunda parada me empeñaría en borrar el recuerdo de tus ojos, olvidaría el color miel de tu mirada y la luz envolvente del iris, el aro mágico en el que me gusta verme reflejado, a la vez que percibo el contraste de colores con tu piel… y con tu pelo…y lo que me dicen tus ojos cada vez que hablas… ¡Ay! Había olvidado olvidarme de tu voz… Silencio en los fondos… olvidado.

       Al llegar a los 3 metros, en mis tejidos no quedaría ni rastro de ti, habría dejado en el camino cuantas burbujas de nitrógeno fueran necesarias para contener cada poro de tu piel. Estaría a salvo, habría conseguido desprenderme de todo cuanto de ti me absorbe… Ascendería a la superficie convencido de la total desaturación hasta que me volviera para mirarte soltando el regulador y entonces cayera en la cuenta de que no había recordado olvidarme de tu sonrisa…

11 abril 2011

Sergio Contreras. Me quedo contigo



Arrastrándome en el eco, templado de tu voz,
como un gusano, en los documentales de la 2.
No duele el mundo, no duele, no tengo corazón,
sólo pa ti, pa ti, entrego tó.

Con el salario compro mi esquela en los diarios
para dejarte bien clarito que estoy muerto de amor,
que no respiro, si no es contigo
y aqui está el tio, calao de frío.

Insolidario porque pienso más en tí que en mi país,
insolidario porque sólo te quiero pa mi,
pa no ver que, en el mundo, hay más gente.

Desorientao por las feromonas de un bocao que me has dao
porque el amor es ciego y tu me has mirao
que hay venenos que te matan lentamente.

De todo lo que soy, me quedo contigo,
de todo lo que tengo, me quedo contigo,
poniéndome flamenco, me quedo contigo,
rimando contigo.
De todo lo que digo, me quedo contigo,
viviendo en el infierno, me quedo contigo
y en tu peor momento me quedo contigo
y pídeme que apague el corazón para morir contigo.

Tirándome de un puente, cayendo en tu colchón,
tú eres mi sino, mi destino, to lo que busco yo
vence tu gobierno y manda huevos si en tu urna
sólo he votao yo.

¿Ande estás gitana? Que grande es mi cama,
mándame un sms con una sola palabra de aliento
pa salí de este momento
que me acusen de quererte y tú culpable del intento
de venderme a lo blandengue, de comerme el pensamiento
de pillarme litro y medio de saliva de tus besos
por tenerte secuestrada,
en mi mente.

Desconcertado porque ya no siento ná por los demás
innecesario porque así no sirvo pa ná
¿y esto es amor mi niña? ¿esto es amor, chiquilla?

De todo lo que soy, me quedo contigo...

Siento, que se acabe el día, siendo prisionero
de tus ojos, niña
y el dolor me quita el sueño
y si me das tú el aire,
ya me voy durmiendo.

Insolidario porque pienso más en tí que en mi país,
insolidario porque sólo te quiero pa mi,

Desconcertado porque ya no siento ná por los demás
innecesario porque así no sirvo pa ná
¿y esto es amor mi niña? ¿esto es amor, chiquilla?

De todo lo que soy, me quedo contigo,
de todo lo que tengo, me quedo contigo,
poniéndome flamenco, me quedo contigo,
rimando contigo.
De todo lo que digo, me quedo contigo,
viviendo en el infierno, me quedo contigo
y en tu peor momento me quedo contigo
y pídeme que apague el corazón para morir contigo

07 abril 2011

La niña no sabe


           La niña que no sabía escribir, pensó que quizás no quisiera aprender nunca. Como nunca había querido aprender a hablar cristiano. La niña que no sabía escribir, pensó en cuantas veces había sentido que no entendían lo que quería decir, que no sabían leer entre líneas, que no miraban más allá de una hoja de papel. La niña que no sabía escribir, pensó que quizás debiera guardarse sus letras ahí adentro, donde el papel no es más gruñidos arrugados de silencio desesperados por emborronarse para caer en el olvido, que acaso las letras son sólo palabras que no supieron sentirse y por eso hubo quién las quiso poner en un papel. La niña no sabe y, por esta noche, decidió que no quería volver a intentarlo.

05 abril 2011

Placer


                                   Un eterno beso de sueño,
                                   de tus labios, sacar la miel,
                                   de tus brazos, mi deseo,
                                   de tu sentir, un placer
                                   y morir entre tus brazos
                                   como mueren los amantes                                
                                   y sentir tu alma en la mejilla
                                   y sentir tu cuerpo en mi sangre.